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iii. Transformación del sentido de la autoridad en las relaciones sociales

En la escuela la autoridad es necesaria, el autoritarismo no. Toda persona independiente de la edad, tiene autoridad, porque tiene saberes y motivos. La autoridad se construye como relacionamiento horizontal, basándose  en la ética del cuidado por el conocimiento, la intuición y la experiencia que posee cada integrante del sistema. Los profesores/as más recordados/as son los/as que impulsan cambios significativos, porque demuestran un profundo respeto por el  conocimiento  propio; de la otra, del otro; porque contribuyen a que “emerja la voz” de quienes viven históricamente la exclusión. 

Las relaciones sin adultocentrismo socioeducativo impulsan la  democracia, porque se eliminan los privilegios etarios. El ejercicio dictatorial que otorga la edad, impide  a las/os educadoras/es conservar “la distancia-cercana” que impulsa el ejercicio de los derechos. Según la legitimidad de la autoridad, basada en: negociaciones, alianzas y consensos que fomentan el razonamiento respetuoso y la exploración afectiva de la cotidianidad  para  aprender colaborativamente, se evita la (auto) censura, la represión y el silencio de los asuntos que requieren revelarse.

En síntesis el conocimiento liberador, basado en la pedagogía de la autonomía (Freire, 2004), garantiza la plena expresión del SER-SABER, sin distinción de edad. Este aspecto asegura el cumplimiento del compromiso del Estado Dominicano con la calidad del proceso educativo, expresada en la Ley Orgánica de Educación (66-97). La escuela dominicana, tiene el reto de pautar relaciones inter-intra generacionales, basadas en  el trato igualitario que se profundiza en la siguiente unidad.