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C. Tema 3: Obstáculos asociados a la adopción de prácticas de cuidado para la salud.

En la sección anterior reflexionamos sobre la información, los aprendizajes y las representaciones sociales, aspectos fundamentales vinculados a la sexualidad y a  la promoción de la salud en el marco de la EIS. Como se ha mencionado antes, este marco de abordaje considera un enfoque por competencias y desarrollo de habilidades para la vida,  con perspectiva de género y de derechos humanos, que supera los marcos tradicionalistas, de carácter biologicista y moralista.

En el abordaje de la sexualidad con el estudiantado, especialmente en cuanto a las prácticas relacionadas a la salud sexual y la salud reproductiva, se deben tener en cuenta dos conceptos clave que dominan las teorías cognitivas del comportamiento en este nivel:

A continuación, se abordan los denominados obstáculos cognitivos que intervienen en la apropiación de la información científica y los obstáculos de  orden sociocultural, vinculados a la adopción de prácticas de cuidado para la salud, particularmente la salud sexual y la salud reproductiva. 

  • OBSTÁCULOS COGNITIVOS: EL PAPEL DE LA INFORMACIÓN

Tradicionalmente los contenidos en materia de salud se trabajaron a partir de datos científicos, organizados a modo de información. Sin embargo, la evidencia científica ha demostrado que la información no necesariamente conduce a un cambio de comportamiento.

Se trata de aspectos muy complejos del ser humano que no solo dependen de la racionalidad, por lo tanto el trabajo sobre sexualidad y promoción de la salud requiere no solo brindar información, sino también identificar aquellos obstáculos que impiden adoptar prácticas de cuidado para la salud.

Ante el auge de las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) y el mayor acceso por parte de las y los estudiantes, existe cierta tendencia a suponer que tienen información en materia de sexualidad, salud sexual y salud reproductiva. Sin embargo, hay que considerar que  esta  información puede ser inadecuada, insuficiente o basarse en el sentido común, sin asidero científico.

Por ejemplo, ante la ocurrencia de un embarazo no planificado son frecuentes expresiones como las siguientes por parte de adolescentes y jóvenes:

Los ejemplos anteriores permiten reflexionar sobre la importancia de las representaciones sociales, mitos, prejuicios y costumbres para la adopción de prácticas de cuidado vinculadas a la salud sexual y la salud reproductiva. Estas informaciones basadas en el sentido común, son consideradas por adolescentes y jóvenes como verdades. Por ende, deben ser tomadas en cuenta en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la sexualidad.

La recomendación primordial, a fin de lograr que la información sea significativa para el estudiantado, es partir de sus  saberes, ideales y representaciones sociales. Esto incluye, tal como se muestra en el recuadro 9, considerar los miedos, mitos, prejuicios y creencias existentes, dado que son portadores de elementos culturales compartidos y fuertemente arraigados. Se contrastan los saberes, mitos, prejuicios y demás representaciones sociales, poniendo en evidencia los falsos supuestos y prejuicios; en base a la reflexión y el análisis participativo se apropian de nuevos conocimientos, descartando las informaciones falsas  y asimilando otras nuevas, y se construyen aprendizajes que permiten desarrollar las diferentes competencias que contribuyen a tomar decisiones para el cuidado de la salud y la adopción de comportamientos y estilos de vida saludables.

Es importante tener presente que el conocimiento científico se caracteriza por ser acumulativo y estar integrado, a diferencia del conocimiento natural o del sentido común, que es fragmentario. (Santos, 2005). En  este sentido, se sugiere que se amplíe y reconstruya con las y los estudiantes el contexto de conocimientos. Es decir,  que no se trata de dar informaciones aisladas sino contextualizadas, de modo que permitan a las y los estudiantes ubicarse en la realidad, a partir del cuestionamiento de las distintas suposiciones o ideas del grupo.

Por ejemplo:

En estos casos se requiere que educadores y educadoras amplíen el contexto, desde el constructivismo. A los niños y las niñas puede solicitársele que investiguen y hablen con  su mamá/papá/tutores para que les cuenten sobre la época cuando estaba en el vientre materno, que les muestren evidencias (fotos, sonografías). Otro recurso es invitar a una mujer embarazada al aula para que intercambie con las y los estudiantes. De esta manera, se contrastan las suposiciones con la realidad, por medio de preguntas y evidencias  se les brinda información sobre los procesos de la reproducción y la gestación, para que niñas y niños descarten los falsos supuestos y asimilen nuevos conocimientos.

En el caso de adolescentes, de igual manera se genera el espacio de debate y reflexión cuestionando las creencias y prejuicios, con apoyo de imágenes se puede mostrar como ocurre la ovulación y el ciclo menstrual, para desmontar los mitos respecto al tema y que se re-elabore un nuevo conocimiento, descartando las falsas suposiciones y asumiendo la información científicamente comprobada. Se sugiere que para las sesiones en aula el personal docente se apoye en técnicas y recursos didácticos, tales como ilustraciones, audiovisuales y modelos anatómicos. 

En la actualidad están disponibles numerosas publicaciones (Ver recuadro 6) que ofrecen  diversas actividades para desarrollar con niñas, niños y adolescentes y que promueven la apropiación de  información sobre anatomía y fisiología de  los cuerpos de hombres y mujeres en las diferentes etapas de la vida, y sobre procesos como la menstruación, a la fecundación y el embarazo, entre otros temas. Adicionalmente, en la última sección de este módulo se indican diversos recursos que pueden ser  utilizados y adaptados por las y los educadores. 

  • OBSTÁCULOS SOCIOCULTURALES VINCULADOS A LA ADOPCIÓN DE PRÁCTICAS DE CUIDADO PARA LA SALUD.

La población estudiantil tiene múltiples fuentes de información y aprendizajes. No solo de la escuela aprenden, sino también de otros agentes y medios de socialización, tales como la familia, la iglesia, el servicio de salud, el grupo de amigas/as, los medios de comunicación, las telenovelas, el cine y “la calle”, entre otros. 

En las secciones anteriores de este material de estudio se ha enfatizado la importancia de  las representaciones sociales en el abordaje de la sexualidad y la promoción de la salud en el marco de la EIS. Estas representaciones, conjuntamente con otros obstáculos socioculturales, están relacionadas a la adopción de prácticas de cuidado en el ámbito de la salud sexual y la salud reproductiva. En consecuencia, es mandatorio que el abordaje esté enfocado al desarrollo de competencias que permita a las y los adolescentes superar estos obstáculos y alcanzar el más alto nivel posible de salud. 

Desde el paradigma de la promoción de la salud se trata de reducir y/o eliminar aquellos factores de riesgo que obstaculizan el disfrute de la salud, mientras que se promueven los factores protectores, que comprenden los recursos individuales o del entorno familiar o social que atenúan o neutralizan el impacto del riesgo.

En este orden, es fundamental conocer tanto los obstáculos y riesgos como los factores protectores vinculados a las prácticas de cuidado de los diferentes problemas relacionados a la salud sexual y la salud reproductiva de las y los estudiantes, partiendo siempre de sus propias opiniones, así como de fuentes reconocidas, estudios nacionales e investigaciones correspondientes a los propios contextos socioculturales. A modo de ejemplo, en el recuadro 10, se muestran algunos factores de riesgo y de protección en el caso del embarazo en adolescentes.

Un elemento a considerar es que no siempre es posible lograr cambios en los contextos familiares o en los entornos sociales y comunitarios de forma repentina,  pero si es posible desde el ámbito escolar a través de la promoción de la salud en el marco de la EIS, incidir en generar competencias individuales en las y los estudiantes que les permita enfrentar los riesgos y adversidades de forma airosa. Hay que dotarles de factores de protección, y contribuir a que sean “resilientes”, es decir que tengan la capacidad de resistir, demostrar fortaleza y enfrentar los riesgos y obstáculos para el goce de la salud integral.

RECUADRO 11-recursos:

Enfoque de competencias y el desarrollo de habilidades vinculadas a la promoción de la salud, la salud sexual y la salud reproductiva.

  • Habilidades  para la vida para un desarrollo saludable
    de niños y adolescentes
     (2001) Organización Panamericana de la Salud.

-Disponible en:

http://www1.paho.org/Spanish/HPP/HPF/ADOL/Habilidades.pdf

  • Habilidades para la vida y su  importancia en la salud (2007) Ministerio de Salud, Perú.

-Disponible en:

http://www.paho.org/Spanish/DBI/PC579/PC579_04.pdf

  • Orientaciones técnicas para el desarrollo del contenido de habilidades para la vida  en los programas de promoción de la salud. (2005) Ministerio de Salud, Perú.

-Disponible en:

http://es.slideshare.net/maricelalomeli1951/orientaciones-tecnicas-en-hpv

Un elemento a considerar es que no siempre es posible lograr cambios en los contextos familiares o en los entornos sociales y comunitarios de forma repentina,  pero si es posible desde el ámbito escolar a través de la promoción de la salud en el marco de la EIS, incidir en generar competencias individuales en las y los estudiantes que les permita enfrentar los riesgos y adversidades de forma airosa. Hay que dotarles de factores de protección, y contribuir a que sean “resilientes”, es decir que tengan la capacidad de resistir, demostrar fortaleza y enfrentar los riesgos y obstáculos para el goce de la salud integral.

En este contexto, un factor fundamental para la prevención en adolescentes y jóvenes es el desarrollo de resiliencia sexual (Castillo; Benavides, 2012). Significa dotar a las personas de competencias para el desarrollo de habilidades para la vida que contribuyan a la salud sexual y la salud reproductiva, reconociendo la participación del entorno familiar, social y comunitario. De esta manera, la propia sexualidad (sana y resiliente) se convierte en un factor de protección ante las infecciones de transmisión sexual, el  VIH-Sida, los embarazos no planificados o la violencia, y no en un factor de riesgo. Una concepción positiva de la sexualidad construirá personas más libres y con mayor capacidad de respuesta. (Ver recuadro 11-Recursos materiales correspondientes al enfoque de competencias para el desarrollo de habilidades vinculadas a la promoción de la salud, la salud sexual y la salud reproductiva).

Entre los obstáculos socioculturales  que limitan la adopción de prácticas de cuidado figura la desigual construcción social de los géneros, las brechas generacionales,  la presión del grupo de pares, la presión  mediática y social, entre otros.

A continuación, se presentan dos ejemplos de prácticas de cuidado para la salud. La primera está dirigida a una  en población infantil-para intervenir en el nivel inicial y primer ciclo del nivel primario. Mientras que la otra corresponde a población adolescente-para intervenir en el segundo ciclo del nivel primario y  a nivel secundario. Se  abordan algunos obstáculos socioculturales que estarían mediando en la adopción de prácticas de cuidado en el ámbito de la salud sexual y la salud reproductiva, a la vez que se ofrecen algunas pautas encaminadas a la promoción de factores protectores, por medio de estrategias metodológicas y técnicas pedagógicas conducentes al desarrollo de las competencias fundamentales contempladas en el nuevo currículo (MINERD, 2014).

  • Autoprotección en relación con el abuso en población infantil

Algunos de los obstáculos socioculturales  en este caso se relacionan con el lugar de jerarquía que ocupan  las personas adultas en la familia y la sociedad, la necesidad de obedecerles ciegamente, el supuesto de que las y los adultos siempre cuidan y protegen a las niñas y niños. La autora Susana Weller (2003) ha trabajado en el abordaje desde la promoción de la salud e insta al fomento de los factores protectores de carácter individual enseñando a niños y niñas para que aprendan a confiar en sus propias emociones y sentimientos frente a posibles órdenes de personas adultas, por ejemplo, referidas a mantener secretos de cosas que les hagan sentir mal o les cause incomodidad.

La recomendación es que se les apoye a que se sientan con autoridad para decir “NO” si alguien les molesta tocando las partes íntimas de su cuerpo o si les piden que hagan alguna otra acción por este estilo. Para estos fines, resulta útil trabajar con situaciones para que niñas y niños puedan aprender a identificarlas como riesgosas, sean analizadas en conjunto y se practique la asertividad, aprendiendo a decir “NO”. (Ver recuadro 12)

  • Postergación del inicio de relaciones sexuales –coitales en adolescentes.

En relación al inicio de las relaciones sexuales –coitales en adolescentes, la evidencia indica que median diversas construcciones e imaginarios sociales que actúan como obstáculos para la adopción de prácticas de cuidado para la salud, tales como la idealización del momento y la visión de que será para el futuro, lo cual hace que no se tomen precauciones para evitar un embarazo o una ITS/VIH (CONAPOFA, 2008). Otro obstáculo de tipo sociocultural que podría estar interviniendo en esta dinámica es la presión del grupo de pares, que puede llevar al debut sexual aún sin desearlo (tanto en hombres como en mujeres).

También  entra en juego la presión social proveniente del mundo adulto, de la publicidad y de los medios de comunicación que incitan constantemente al ejercicio de la sexualidad, enfatizando solo en la perspectiva del placer, obviando el aspecto de  la responsabilidad y el cuidado.

Otro elemento importante a considerar es el peso que tiene la construcción social de los géneros en la sociedad dominicana, con mandatos estereotipados que inciden en el ejercicio de la sexualidad. Estudios nacionales que abordan la problemática del embarazo, según género y contextos socioculturales (Barinas, 2012)  rescatan las voces de jóvenes que han tenido embarazos permitiendo apreciar que las construcciones de género son determinantes en la toma de decisiones referidas al inicio de las relaciones y las prácticas de cuidado. Por ejemplo:

En el marco dela EIS  se han contemplado diversos temas dirigidos a impactar favoreciendo la adopción de prácticas de cuidado para la salud sexual y la salud reproductiva de adolescentes y jóvenes, incluyendo la postergación del inicio de  las relaciones sexuales-coitales. Entre estos temas están: Sexo cultura y sociedad, bases biológicas y desarrollo psicosexual en la adolescencia y juventud, construcción social de género, relaciones interpersonales,  prevención de embarazo, ITS/VIH en la adolescencia, sexualidad, uso de internet y redes sociales,  prevención  y abordaje de situaciones de abuso, físico, emocional y sexual, ser parte de  una familia, escuela y comunidad constructoras de paz. Todos estos temas trabajan el fomento de factores protectores y la aplicación de estrategias metodológicas que permiten  el desarrollo de competencias y valores para  hacer frente a este tipo de obstáculos socioculturales. (Ver recuadro 13)